Iglesias de Ejea
Tras conquistar Ejea en 1105, Alfonso I "El Batallador" mandó construir en su parte más elevada un castillo, cuya iglesia dedicada a Santa María, fue consagrada en 1174 por el obispo zaragozano Pedro Tarroja.
El arranque de la torre es románico; no así el resto, construido a lo mudéjar, cuyo pináculo sirve de magnífico lugar de anidamiento a las cigüeñas y que la pintora no ha querido omitir en la obra.
El estilo empleado en "la torre de Santa María" es el mismo que el empleado en los cuadros de la "Iglesia Virgen de la Oliva" y de la "Iglesia San Salvador". Se trata de tres magníficos óleos que presentan la elevación de iglesias con clara y firme mampostería bajo cielos, todos ellos, llenos de luz y color.
Si la Iglesia de Santa María fue consargrada en 1174, a la Iglesia de San Salvador le tocó en 1222 por el obispo zaragozano Jimeno de Luna. Medio siglo más tarde que la consagración de Santa María.
El aspecto exterior de la iglesia de San Salvador, de estilo románico - gótico, le confiere una estampa de "castillo" militar de la Edad Media. No tenemos mas que ver como queda coronada la torre mayor, que con almenas y atalayas, le aportan un marcado aspecto de fortaleza defensiva.
La iglesia de Nuestra Señora de la Oliva, de estilo barroco popular del siglo XVIII, guarda en su interior la imagen de la Virgen de la Oliva, patrona de Ejea de los Caballeros.
Preciosa Iglesia y lugar elegido para celebrar nuestra boda.
En Ejea hay que hacer un paseo y visitas por la Iglesia de San Salvador, la calle Mediavilla (que fue la principal del casco antiguo de Ejea) hasta llegar a la plaza de España. En este recorrido se puede apreciar una muestra representativa de arquitectura civil aragonesa de los siglos XVI y XVII. Una vez en la Plaza España, subimos hacia la Iglesia de Santa María para acercarnos posteriormente a la Virgen de la Oliva.
