El Beso de Rodin

La pareja abrazada de El Beso apareció originalmente entre un grupo de relieves decorando la monumental puerta de bronce Las Puertas del Infierno (o La Porte de l'Enfer) del escultor francés Auguste Rodin, para un nuevo museo de artes decorativas en París.

En total, Rodin produjo tres esculturas de mármol de gran tamaño de El Beso. La primera, encargada por el gobierno francés se encuentra ahora en el Museo Rodin de París. La segunda, encargada por Edward Perry Warren se encuentra en la colección de la galería Tate en Londres. Y una tercera copia fue comisionada por el coleccionista danés Carl Jacobsen, y se encuentra en la gliptoteca de Copenhague.

La composición revela una de las características más distintivas de Rodin: la no utilización de un punto de vista único, sino la visualización del conjunto desde varios observatorios.

He buscado una foto de El Beso que muestre la misma perspectiva que la elegida por Ahijado en su brillante interpretación. Interpretación con óleos rojos para simbolizar el calor, fuerza y pasión ardiente y desbordada de la pareja enamorada.

Brillante es igualmente cómo mezcla tonos blancos de luz que, mezclado con el rojo, da aires de alegría juvenil. Sin embargo, su mezcla con el negro, de fondo, estimula la imaginación pero también sugiere dolor. Y es que no hay que olvidar quién son los protagonistas.

La obra, en principio fue llamada Francesca da Rimini, nombre de uno de los personajes del Infierno de Dante, que se enamoró del hermano de su marido, Paolo, a su vez casado. Enamorados mientras leían juntos la historia de Lanzarote y Ginebra, fueron descubiertos y asesinados por el marido de Francesca.

Leímos un día por deleite
cómo haría el amor a Lanzarote
sólo los dos y sin recelo alguno.
Muchas veces los ojos suspendieron
la lectura y el rostro emblanquecía
pero tan sólo nos venció un pasaje.
Al leer que la risa deseada
era besada por tan gran amante
éste, que de mí nunca ha de apartarse.
La boca me besó, todo temblando.
Galeotto fue el libro y quien lo hizo
no seguimos leyendo ya ese día...

"En mayo quemó la vieja el escaño...

... y en junio porque no lo tuvo".

Fin de semana caluroso y semana fresquita. ¡Y claro!, la vieja, ante los últimos estertores del invierno, aprovecha a quemar su escaño. De todas formas creo que eso no le hubiera pasado si hubiera cortado más leña en el invierno.

¿Mes de Mayo?... Mes de flores, de fiestas y amistad, de calor, de frío.


Pero sobretodo, y quiero recordaros, que este año, también es es mes de elecciones.


Candidatos por doquier, repartiendo leña, y más leña. Pero, ¿para qué?. ¿Para fabricar escaños?. JAJAJA. Dejemos las elecciones a un lado.


El mes de mayo, como decía, también es mes de fiestas. Muchos municipios celebran sus fiestas patronales. "Mayo loco, fiestas muchas y pan poco".


El mes de mayo es sinónimo de fiestas en muchas zonas de España. Por tanto, también, en la comarca de las cinco villas. Biota, Castiliscar, Sádaba, Uncastillo, Luna o Erla viven sus festejos populares. Y qué sería de mayo sin levantamiento del mayo. No me refiero al levantamiento del 2 de mayo... sino a una de las viejas tradiciones que han permanecido con muy pocas alteraciones durante siglos. Me refiero, repito, a la de levantar mayos. Este acto se denomina pingada y se ejecuta en muchas fiestas de pueblos. El mayo, árbol recto y alto que se pone en la plaza o en un lugar relevante, se levanta, se pinga, el primer día de la fiesta y se tira al finalizar las mismas. El levantamiento del mayo tiene una gran tradición y se remonta, posiblemente, a la prehistoria o a la religiosidad de los Celtas.

Otro refrán dice:

"Por alto que sea el mayo,
a su copa subiré;
si me caigo, que me caiga,
del suelo no pasaré".

Como también es el mes de las flores, he querido, siguiendo la "norma" o la "línea" de este blog, presentaros tres floridos cuadros. Cada cual, más bonito, siguiendo el estilo Ahijado, con gran gusto por el color que en este tipo de obras, aprovecha para alcanzar su esplendor. ¡Espero también os hayan gustado!




Hasta otra.